Para nosotros es súper importante contar historias a través de los productos de deplanta. Todo comienza con las ganas y la necesidad tan grande de cuidar a la naturaleza y a nuestra biodiversidad. Se transforma luego en amor propio para untar y finalmente mostramos la historia de diferentes héroes del país y de plantas mágicas que existen en Colombia.

La forma en que contamos esta historia es usando materias primas vegetales que vienen de lugares y personas maravillosas que le apuestan a construir país de diferente manera, una manera que crea una nueva armonía con la naturaleza. 

La moringa: viene de Santander, de la mano de la Fundación Guayacanal que empoderan y acompañan mujeres a tomar acciones de agricultura sostenible y educación ambiental.

Café y Panela:  de la mano de Leyder Urbano, campesino orgulloso que tiene un programa de agricultura ecológica. 

Mirití, Andirroba y copoacú: vienen del trabajo que hace la Fundación Sinchi de la mano de grupos étnicos en el Amazonas colombiano.
Más que vender productos, contamos procesos e historias a través de ellos.
La crema amazónica está hecha con nueces del Amazonas, provenientes de una institución compuesta por etnias de la región.
Nuestras lavandas vienen del departamento de Boyacá.
El aceite de coco que usamos viene del Chocó.
Estos son sólo ejemplos. Queremos usar todo lo local y promover la investigación y el uso de nuestras plantas endémicas.
A todo esto súmale que nuestro terreno objetivo es tu diversidad interior. David Attenborough dice en un documental "para poder recuperar la salud de nuestro planeta, debemos recuperar su biodiversidad". ¿Qué tal si hacemos la analogía con nuestro ser? 
Para recuperar nuestra esencia, nuestra belleza, debemos recuperar nuestra diversidad interior. De esta forma recuperamos nuestra soberanía personal. Y le podemos regalar al planeta el mejor regalo: dar y recibir desde nuestra esencia.
Eso es lo que consideramos belleza en deplanta
Tú esencia
nosotros hacemos el vínculo entre la naturaleza y tú